“El Seguro nos permitió enfocarnos 100% en la rehabilitación”

Germán Ausset fue trasladado de extrema gravedad a Clínica Las Condes luego de un accidente sufrido en la zona de Magallanes hace más de dos años. Ha sido un largo y complejo proceso de rehabilitación físico y psicológico que dura hasta hoy.

Desde hacía siete años que junto a un grupo de amigos y familiares el veterinario Germán Ausset Chimenti (47) viajaba dos veces al año a pescar a Isla Riesco, en la zona de Magallanes, pero el viaje que emprendió en noviembre de 2015 le cambiaría la vida por completo.
 
“Lo único que recuerdo de ese día es que estaba muy feo con viento y lluvia, partimos pescando en el lago pero como la pesca estaba baja, decidimos ir a probar suerte al río, yo iba junto a una persona de la zona que conoce bien el lugar y los caminos, pero nos desbarrancamos al pasar una curva y chocamos contra un árbol. El resto de la historia solo la sé por lo que me han contado”.
 
El accidente le produjo a Germán un traumatismo encefalocraneano grave, fractura mandibular y trauma en la cadera, además de una severa hemorragia y debió ser trasladado en helicóptero al Hospital de Magallanes en Punta Arenas.
 
“Ahí estuve en la UTI por cerca de un mes, hasta que lograron estabilizarme para ser trasladado, porque debido a la gravedad necesitaba ser atendido en un centro de alta complejidad. Para mi familia lo más importante en ese momento era que yo pudiera acceder a los mejores especialistas y tener la mejor medicina. Afortunadamente, hacía un tiempo yo había tomado un seguro en Clínica Las Condes, por lo que no dudaron en que esa era la mejor opción”.
 
Según cuenta Irene Chimenti A., la madre de Germán, “este seguro fue una enorme tranquilidad en medio del inmenso dolor que estábamos viviendo. Nos ha permitido contar con el mejor equipo médico y los mejores tratamientos sin tener otras preocupaciones en mente. Todo este tiempo hemos podido enfocarnos 100% en la rehabilitación, que ya lleva más de dos años”.
 
Germán fue recibido en Clínica Las Condes por un equipo multidisciplinario dirigido por el neurólogo Francisco Soto. “Estuve cuatro meses en un estado de inconsciencia intermitente. Además de una cirugía craneal y una en el rostro, durante ese tiempo tuve terapia kinesiológica con tres sesiones diarias, las que fueron disminuyendo de forma paulatina hasta recibir el alta, pero que continúo hasta el día de hoy. Me tocó enfrentar una batalla muy fuerte, pero la gané. Me siento un campeón, el match lo gané yo”, asegura emocionado.
 
“Uno nunca cree que algo así le puede suceder, pero nadie está libre. El apoyo de los doctores, de todos los que trabajan en la clínica y su familia, ha sido increíble. Solo tengo palabras de agradecimiento. Si Germán no hubiera tenido este seguro y no lo hubiéramos podido traer para acá, la historia habría sido muy distinta”, dice Irene.