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    Los peligros de la deshidratación

    Los peligros de la deshidratación

    En época de verano es muy importante mantenerse siempre hidratado para evitar complicaciones.

    El sudor es una manera que tiene el cuerpo de mantener su equilibrio cuando hace calor. Es por este mecanismo como, a través de la pérdida de agua, el organismo regula su temperatura y evita el sobrecalentamiento interno. Cuando el cuerpo se deshidrata, por razones que van desde la fiebre, vómitos, diarreas o infecciones, hasta el calor ambiental, la salud entra en riesgo.

    La deshidratación puede ser leve, moderada o grave. En el primero de los casos, lo importante es asegurar la ingesta de agua con sales de rehidratación, en pequeñas porciones (cucharadas o sorbos) y frecuentemente. En el caso de los niños, se debe administrar sales de hidratación en una solución helada con un poco de sucralosa (no azúcar). Cabe resaltar que los niños y los adultos mayores son los grupos de mayor riesgo ante una deshidratación. Esto se debe a que sus cuerpos no pueden regular de manera tan eficiente su temperatura, por lo que ante cuadros como diarrea, vómitos y calor excesivo, son los más vulnerables.
    Si la deshidratación es moderada a severa, hay que acudir a un servicio de urgencia donde se pueda estabilizar al paciente. Esto se logra a través de la administración intravenosa de volumen; además ahí se puede determinar la causa concreta de la deshidratación.

    Cuándo sospechar de una deshidratación:

    -Lengua y mucosas se ven secas y con saliva espesa o pegajosa.
    -Orina escasa en cantidad, muy concentrada y más de ocho horas sin orinar.
    -Dolor de cabeza.
    -Calambres musculares.
    -Irritabilidad o decaimiento marcado.
    -Latidos cardíacos y respiración rápida

    Cuánta agua tomar

    -En términos generales, un adulto debiera beber como mínimo entre 2 a 3 litros diarios de agua (cinco a seis vasos grandes).

    -Si estás bajo el sol o practica ejercicios, debes ingerir un aporte extra de líquido al mencionado sin esperar a que la sed le avise.

    -El agua aportada por los alimentos, como frutas, verduras y sopas, puede ser cercana a 1 litro al día, por lo que debemos aportar 1,5 litros de líquido extra para reponer las pérdidas.