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    Claves para evitar un derrame cerebral

    Claves para evitar un derrame cerebral

    El derrame cerebral, conocido también como ataque cerebrovascular (ACV), es una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Tal como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta es la segunda causa de muertes a nivel global. En Chile la situación no es distinta, de hecho el ACV es la principal causa de muerte en el país: en promedio, todos los días se registran 69 casos, lo que supone un desafío para la medicina local.

    Síntomas
    La detección temprana de los síntomas es un factor clave para evitar el daño que puede causar un derrame cerebral. Entre los síntomas que se presentan cuando una persona sufre un ACV, se encuentran:

    Debilidad muscular: rigidez, parálisis parcial o total del cuerpo, entumecimiento, dificultad para moverse y coordinarse, reflejos involuntarios.
    Malestar generalizado: sensación de vértigo y fatiga.
    Problemas de visión: visión borrosa o pérdida total o parcial de la visión.
    Problemas de habla: incapacidad de expresarse, pérdida del habla.
    Tacto: sensación de hormigueo o pérdida de tacto.

    De presentarse más de uno de estos síntomas al mismo tiempo, es crucial dirigirse rápidamente a recibir atención médica.

    Consejos para evitar el riesgo de un ACV

    Existen diversos consejos para evitar tanto el desencadenamiento de un derrame cerebral como los potenciales daños que este pueda causar en el organismo. Aunque es imposible saber a ciencia cierta el momento exacto cuando ocurrirá, sí se conocen los riesgos que aumentan las posibilidades de aquello suceda, algunos de ellos son:

    Fumar cigarrillos: es el principal riesgo ya que acentúa la gravedad de otros factores.
    Sobrepeso: mantenerse en el rango saludable de peso, según recomiende el médico.
    Sobreingesta de alcohol: la clave es la moderación. Se recomienda, en el caso de beber, no superar una copa de vino o un vaso de cerveza al día. Esto se debe mantener los fines de semana, momento en el que se suele tomar más de lo habitual.
    Sedentarismo: el ejercicio es clave no solo para evitar enfermedades cardiovasculares, sino también para la liberación de endorfinas, moléculas que influyen positivamente en el estado de ánimo. Para adquirir constancia en esta área es muy importante encontrar un deporte que sea del agrado personal.
    Exceso de sodio: no más de 1,500 mg al día.
    Dieta: evitar los excesos de carnes rojas, azúcar y alimentos altos en grasas saturadas. Por otro lado, las verduras, frutas, semillas y legumbres deben adquirir un rol protagónico en la dieta.

    Diagnóstico y tratamiento

    La acción del equipo médico es determinante a la hora del diagnóstico y tratamiento de un ACV. Para establecer una respuesta efectiva, primero hay que determinar qué tipo de derrame tiene la persona, para así conocer con exactitud las áreas del cerebro afectadas. Además, se deben descartar causas como reacción a medicamentos o tumores cerebrales.

    A la hora de tratar un derrame primero se debe determinar si es de tipo isquémico -bloqueo de una arteria- o hemorrágico, el que supone sangramiento en el cerebro.

    En el primer caso, un derrame isquémico, el equipo médico se centrará en reanudar el flujo sanguíneo. Esto se puede lograr por diversos medios, tales como la administración de medicamentos que eliminen coágulos, sea por administración intravenosa o directamente aplicados al cerebro. Otros procedimientos son las intervenciones directas a las arterias, con el fin de dilatarlas y reanudar el flujo sanguíneo.

    Ante un derrame hemorrágico, lo principal es controlar el sangrado, con el fin de bajar la presión en el cerebro. Esto se puede lograr a través de medicamentos que afecten la presión en el cuerpo. Para este fin también se puede intervenir directamente el área afectada mediante cirugía.

    Ante todo, la efectividad del tratamiento responderá en gran medida a la rapidez con la que se actúe. Aplicaciones como la APP CLC Móvil, permite que se actúe con rapidez para salvar una vida, poniéndote en contacto inmediato con el equipo de rescate de Clínica Las Condes.